Helena Perez Garcia es la artista seleccionada por “Impars” para diseñar la postal de Navidad de UIC Barcelona de 2017. Su propuesta consiste en una ilustración de 35 x 50 cm que reinterpreta La huida a Egipto de Sandro Botticelli.
Formada en Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia, Helena Perez Garcia vive actualmente en Londres, desde donde trabaja para editoriales como Penguin Random House, Anaya o Santillana. Su obra ha sido expuesta en galerías de Londres, Melbourne, San Francisco, Madrid, Lisboa o Minnesota y, además, ha publicado dos libros ilustrados en Francia.

Proyecto Impars

Coordinadora: Núria Garí

Entrevista

Texto: Núria Messeguer

Cualquiera que se deje guiar por la visión simplista que, muchas veces, el cine o la literatura nos ofrece sobre la vida del artista tendería a pensar que, el suyo, es un mundo de improvisación constante y falta de organización. Pero nada más lejos de la realidad. Por lo menos, para Helena Perez Garcia (1987), que se levanta cada mañana con la primera luz del sol —“es cuando soy más productiva”— y con el día ya programado: “Lo primero que hago es desayunar, luego leer y contestar correos. Me gusta tener un plan de trabajo establecido desde el día anterior, para no perder tiempo pensando qué hacer primero y ponerme manos a la obra lo antes posible”. Pero no siempre delante de la mesa. Salir a andar, visitar museos y exposiciones y nadar son algunas de las maneras que le permiten inspirarse a esta ilustradora y diseñadora sevillana.

¡Sí! Cuando tengo algo de tiempo libre me gusta ir a nadar para desconectar. Muchas veces la inspiración me viene cuando nado, es algo que me relaja pero me ayuda a recargar pilas también… Intento tenerlo todo organizado todos los días.

Dependiendo de los proyectos en los que esté trabajando, puedo pasarme el día leyendo un texto o un libro para ilustrar, haciendo bocetos, buscando documentación, pintando las ilustraciones finales y escaneándolas y retocándolas en el ordenador. Intento no trabajar más de ocho o nueve horas seguidas, con un descanso para comer, pero a veces la carga de trabajo es tal que puedo sentarme en mi mesa de trabajo a las 9 de la mañana y no levantarme hasta las 9 de la noche.

¿Cómo empezaste en el mundo de la ilustración?

Estudié Bellas Artes con la idea de especializarme y dedicarme al diseño. Durante mi último año de carrera descubrí la ilustración y que ganarme la vida dibujando era una opción. Así que, al terminar mis estudios, realicé un máster en ilustración y diseño, que fue lo que me llevó a combinar, definitivamente, ambas disciplinas. Pero, claro, tenía que empezar por algo y pensé que lo primero era darse a conocer. Internet ofrece muchas posibilidades, con lo que creé un blog y una página web donde mostraba el resultado de mis primeras experimentaciones e incursiones en el mundo de la ilustración. Surgieron los primeros encargos y aquí estoy. Empezando todos los días: desde entonces mi trabajo ha evolucionado bastante y he aprendido mucho, pero aún me queda bastante camino por recorrer.

¿Qué ha cambiado de ti y de tu obra desde esos comienzos?

Al principio la ilustración para mí era experimentación y búsqueda de estilo, de una voz personal con la que intentar abrirme un hueco en la industria. He aprendido a perfeccionar un poco más mi técnica y a modular mi estilo para adaptarlo a diferentes proyectos. También he aprendido la parte más tediosa pero de vital importancia de esta profesión, la parte legal: contractos, derechos, pagos, la importancia de la autopromoción… En cuanto a mi obra, mi estilo ha evolucionado de unos dibujos delicados con ligeros toques de color a ilustraciones muy coloristas y con profusión de detalles.

Vivir en una ciudad como Londres, alejada de tus raíces, ¿crees que ha afectado a tu evolución?

Londres es una ciudad vibrante con una cultura visual muy rica e inspiradora. Fue donde mi estilo evolucionó más, pasando de una línea clara con grandes áreas de blanco y ligeros toques de color a un estilo colorista y detallado. Las visitas a la National Gallery, al Tate Modern y al Tate Britain y a numerosas y variadas exposiciones han resultado muy inspiradoras y han influido definitivamente en mi trabajo. William Morris también ha sido una gran inspiración para adentrarme en el mundo de los patterns y los elementos decorativos inspirados en la naturaleza.

¿Cómo definirías el arte?

Una forma de comunicación que nace de una pulsión interna del artista y de su necesidad de expresión.

¿Y tu obra?

Yo me considero ilustradora, ya que mayoritariamente mis ilustraciones cuentan historias y sirven para un propósito concreto, acompañando un texto… Aunque sí es cierto que a veces las fronteras son más difusas, como cuando trabajo en un proyecto personal, ya que este no responde a un encargo externo sino que surge de una necesidad de expresar ideas de forma personal.

Combinar diseño e ilustración, ¿es posible? ¿Cómo lo haces? ¿Qué crees que aportan una y otra disciplina a tu obra?

Si bien mi trabajo como diseñadora se caracteriza por un mayor pragmatismo, a través de mi obra como ilustradora doy salida a una vertiente más personal. Pienso que la ilustración como disciplina se encuentra más cercana al arte, con lo que cuando ilustro tengo mayor libertad y, aunque responda a las necesidades de un cliente y un proyecto concretos, mi personalidad y estilo rigen el proyecto. En la mayoría de ocasiones ambas disciplinas se encuentran diferenciadas en mi vida profesional, pero es evidente que ambas se enriquecen mutuamente. Pero es difícil, también por el hecho de tener dos trabajos, ya que ello hace que les dedique muchas horas, incluso sábados, domingos y vacaciones.

¿Cuál es tu principal inspiración?

Sobre todo la pintura de época prerrenacentista y renacentista, con artistas como El Bosco. También de artistas más contemporáneos como Magritte y Chagall.

¿Cómo los descubriste?

Ya desde que era muy joven me atraía mucho la pintura. Mis padres tenían una colección de enciclopedias de Historia del Arte y desde que era adolescente me gustaba observar los cuadros y copiarlos. A partir de ahí comencé a investigar más y a comprar libros de arte, y un descubrimiento me llevaba a otro.

¿Qué técnica utilizas?

Normalmente utilizo gouache, combinado con lápices de colores y pastel para los toques finales.

En alguna entrevista has comentado que últimamente trabajas especialmente en un mismo personaje. ¿Por qué? ¿A quién representa? ¿Tiene una historia personal?

Puede decirse que es una especie de abstracción, ya que no suelo retratar a una persona en particular, sino a un personaje que sería como una amalgama, una especie de arquetipo que encapsula muchas personalidades diferentes.

En la mayoría de tus obras trabajas con motivos florales, ¿tiene algún significado especial?

Quizás el hecho de vivir en una gran ciudad ha tenido como consecuencia que sienta inclinación por la representación de la naturaleza, buscando una conexión con esta a través de la ilustración.

En junio expusiste en Miscelánea tu serie “Al otro lado”. Ahí se describía tu obra como una respuesta creativa a la necesidad de comprender las emociones. ¿Cuál es ese otro lado al que te refieres?

“Al otro lado” se basa en la idea de la existencia de una dimensión complementaria personal que visitamos con mayor o menor frecuencia. Para mí ese espacio constituye un refugio que, a menudo, se manifiesta como una simple distracción, suficiente para elevar nuestros pies de la tierra y evadirnos. Igualmente podemos llegar a esta dimensión de forma consciente, en nuestra búsqueda hacia la comprensión de la realidad que nos rodea. Nuestra relación con ese otro lado es un viaje en el que nos embarcamos desde que nacemos y que nos llevará toda una vida; aun así, es posible que nunca lleguemos a comprender el significado de lo que nos aguarda. Es, por tanto, un proceso de crecimiento y conocimiento de uno mismo, a lo largo del cual se revelarán facetas y aspectos esenciales de nuestra personalidad que desconocíamos y que, generalmente, se encuentran ocultos en el mundo que todos compartimos.

En tus obras, los personajes parecen inexpresivos, pero a la vez están cargados de emociones. Te adentras en el misterio, parecen inquietos, ¿qué es lo que buscas?

Muestran una ensoñación fruto de la contemplación, la evasión y la reflexión. Me gusta la idea de que al observar a esos personajes tengamos la sensación de estar contemplando un momento íntimo de conexión con sí mismos, y que ese hecho nos haga reflexionar sobre nosotros.

¿Qué es lo que te llevó a aceptar el encargo de UIC Barcelona? ¿Cómo lo has trabajado? ¿Qué has querido plasmar?

Me pareció un encargo muy interesante, ya que me permitiría mirar de nuevo hacia los pintores clásicos que tanto me inspiran. Con esta interpretación he querido plasmar mi versión personal de esta obra, filtrada por mi estilo, como tributo.

¿Cinco palabras que te definen?

Inquisitiva. Perseverante. Creativa. Intuitiva. Tenaz, u obstinada, según como se mire (se ríe).